




Relación con los objetos de las fotografías
CM- Curiosamente cuando aparecían las personas en mis fotografías llegó un momento en que aquello dejó de tener interés para mí. Me quedé con la sensación de que podía hacer cientos de fotos iguales y entonces perdió el misterio, dejó de atraerme.
En cambio el trabajo con los objetos sigue ejerciendo esa fascinación sobre mí. La fotografía me permite trabajar con estos objetos desde aspectos muy diferentes. Está el aspecto puramente fotográfico, hay otras en las que tiene un carácter más gráfico, otras que son casi esculturas y otras que están mucho más cercanas a la instalación. Es un territorio que me permite trabajar en muchos ángulos y direcciones diferentes.
Tratamientos de los objetos
CM- Al final la mirada que podemos tener cada uno de nosotros viene condicionada por infinidad de cosas. Nos influye la música que escuchamos, las películas que vemos, los artistas que conocemos…Hay tantas cosas que es difícil de definir de una manera concreta, pero creo que ahí reside el atractivo de todo este tipo de historias. La fotografía capta esas imágenes y eso da paso a un abanico sumamente amplio de posibilidades. Cada persona que utiliza una cámara está viendo una cosa diferente… y ahí es donde radica el atractivo y la riqueza de la fotografía.
Poesía visual
CM- De alguna manera me cuesta mucho más el llegar a matizar cuando me expreso verbalmente, mientras que con un lenguaje visual tengo otras capacidades a la hora de trabajar. Puedo ser más contundente, puedo ser más sutil… Tengo la sensación de que controlo mejor los diferentes planos y las diferentes posibilidades de lectura que si contemplo solo el aspecto verbal. Para mi la fotografía siempre ha sido una especie de apoyo. Soy consciente, por otro lado, de que esas fotografías las va a ver un espectador y trato, a la hora de construir esa imagen, como se va a ver con unos ojos diferentes a los míos.
Ausencia de título en las fotografías
CM- El título se puede utilizar en diferentes medidas. Me viene a la cabeza la obra de Magritte que tenía unos títulos fantásticos que pasaban a ser un elemento más de la obra y venía a añadir más desconcierto al desconcierto que ya te producía la propia imagen.
A mi me costaba el enriquecer la imagen cuando añadía un título. Veía que con los títulos que barajaba estaba dando como una pista, una línea de interpretación de esa imagen. Entonces preferí prescindir de ellos y dejar las puertas abiertas.
Blanco y negro/Color
CM- El blanco y negro es más difícil de centrar en el tiempo. Con el color es más sencillo datar una determinada época. Por ejemplo el color de cada década es diferente uno de otro. Una foto de los sesenta o de los ochenta es distinta a las de ahora. No somos conscientes de las condiciones que tiene el color en una década hasta que no pasa un poco de tiempo. Cuando pasa el tiempo y cambia el color vemos que la concepción que teníamos de color real ha cambiado. Es una especie de convención, pero con el paso de los años se ve que el color es diferente. Al final eso sirve para situar la imagen en un periodo muy concreto, mientras que una fotografía en blanco y negro podría estar hecha a principios de siglo o muchísimos años después. Es más ambiguo y por eso también me interesa. En definitiva es un recurso y lo adapto a lo que cuento.
FELIZ NAVIDAD Dani!!!
ResponderEliminarMe encanta tu rincón man. Es el tipo de blog que siempre quise tener... jaja, así que te visitaré encantado. Te invito a que me visites en Bienvenido a la incertidumbre, que es donde de vez en cuando tb reflexiono sobre arquitectura [Arquitectadas] y también sobre otras detalles que rodean mi vida, me encantaría que me visites también.
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ME alegro de saber de ti, cuídate!!! Nos leemos!! un abrazo